En los dos films – Her y Eterno resplandor de una mente sin recuerdos – se produce una coincidencia: el temor a perder para siempre el deseo y la sorpresa de los avatares amorosos suscita poesía.

How happy is the blameless vestal's lot! 
The world forgetting, by the world forgot. 
Eternal sunshine of the spotless mind! 
Each pray'r accepted, and each wish resign'd . 

Alexander Pope

La película titulada Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004) lleva como título una cita del poema Eloisa to Abelard de Alexander Pope y centra su atención en el miedo de los  sujetos hipermodernos a que la ciencia pueda desplazarlos para siempre y junto con ello al deseo y al amor.

Ese temor también es el eje temático de la película Her. En el film del 2004 dirigido por Michel Gondry,  protagonizado  por Jim Carrey y Kate Winslet,  ganador del premio Oscar al mejor guión original en 2005 se narra la historia de una pareja que transcurre en un futuro cercano. Ellos deciden utilizar un dispositivo de la ciencia que logra ubicar mediante un mapeo cerebral los circuitos neuronales en los que se localizan los afectos de recuerdos traumáticos y con solo apretar un botón en el teclado de una computadora los elimina.  Primero recurre a este método Clementine, para olvidar a Joel. Y luego Joel intenta con el mismo procedimiento. En la mitad del tratamiento futurista para olvidar a su amada, él se arrepiente. Al día siguiente, no sabe porqué,  se levanta con miedo y en vez de ir a su rutinario trabajo de oficina se toma un  tren a otro lugar. Allí conoce a una mujer que resulta ser Clementine. El azar, el deseo y el sujeto no pueden eliminarse.

Jorge Forbes (°) en su artículo O amor pede corpo,  analizando el film  Her, en el que también se muestra el miedo a que terminen las historias de amor por el avance de la tecno-ciencia,  reescribe un poema  de Mallarmé  “Un golpe de dados jamás abolirá el azar” del siguiente modo “un sistema operativo jamás abolirá un cuerpo”.

Her, dirigido por Spike Jonze, también galardonado con un premio Oscar al mejor guión original plantea el mismo temor que Eterno resplandor de una mente sin recuerdos.

En los dos films se produce una coincidencia: el temor a perder para siempre el deseo y la sorpresa de los avatares amorosos suscita poesía.

Con el advenimiento de la técnica en un futuro cercano en la primera película  se relata la posibilidad de borrar el recuerdo traumático de un amor desafortunado.

Pero a pesar de la borradura los protagonistas vuelven a encontrarse porque el deseo es indestructible y el sujeto resiste al arrebato de la ciencia.  En  Her la pregunta es si la ciencia podrá darnos la posibilidad de un amor perfecto, sin fisuras. Como dice Jorge Forbes en el mencionado artículo: “… Ella es perfecta, ella es completa, pero... y el deseo entonces…no hace falta”.

En esta película Theodore,  el protagonista, parece que resuelve el tema. De apoco ella (her) se transforma en la mujer perfecta. Samantha, la voz femenina y sensual del sistema operativo se va “humanizando” y Theodore  se enamora de ella. Pero después, como siempre, las cosas no funcionan en el amor y se da cuenta que el sistema operativo responde a miles de theodores que buscan resolver sus cuestiones que no funcionan y nunca funcionaran. Cuando termina la película él se encuentra con su soledad y así puede empezar a tramitar el duelo por el divorcio de su matrimonio que fracasó. Correlativamente comienza  a interactuar de otra manera con una amiga, esta vez de carne y hueso.

Ningún nuevo dispositivo por ingenioso que sea podrá borrar las intensas y apasionadas historias de amor como la figurada en el famoso poema Eloisa to Abelard de Alexander Pope que da nombre a esa película.

Como conclusión provisoria podríamos coincidir con la hipótesis de Forbes: más allá de cualquier recurso de la ciencia o de la ciencia ficción habrá  amor y deseo en el siglo XXI.

Patricia Gorocito é psicanalista e professora da Faculdade de Psicologia da Universidade de Buenos Aires, na Argentina. 

(°) Jorge Forbes es psicoanalista y su artículo fue publicado en la revista IstoÉ Gente, mayo 2014 y luego en O Mundo visto pela Psicanálise en junio del mismo año.

Data de publicação: 16/07/2014